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Las sábanas blancas son un ejemplo de funcionalidad, elegancia y versatilidad. Pero su principal punto débil entre todas las opciones de ropa de cama es que se ensucian con mayor facilidad.
Por otro lado, es habitual que pasado un tiempo empiecen a amarillear, perdiendo así el aspecto de reluciente limpieza que tenían cuando las compraste.
¿Existe algún modo de recuperar la blancura original de tus sábanas? Sí, y es mucho más sencillo de lo que imaginas.
4 maneras de blanquear tus sábanas en casa
Cualquiera de tus prendas blancas se puede beneficiar de las recomendaciones que te mostramos en este apartado.
Sin embargo, no debes recurrir a ellos si las prendas están acompañadas de dibujos, ribetes o estampaciones en otros colores.
Precisamente por este motivo es por lo que resultan más apropiadas para las sábanas blancas.
- Bicarbonato de sodio: añadiendo media taza de bicarbonato de sodio a tus lavados automáticos permitirás que el detergente penetre mejor en los tejidos y elimine el aceite corporal.
El bicarbonato también ayuda a regular el pH del agua. - Perióxido de hidrógeno (agua oxigenada): la puedes adquirir en cualquier farmacia y emplearla como complemento de tus lavados regulares de ropa blanca.
Necesitarás un producto al 3% para que el proceso te ofrezca unos resultados óptimos. - Vinagre blanco destilado: en lugar de suavizante, utiliza media taza de vinagre blanco destilado y junto a la cantidad de detergente regular.
A continuación, elige un programa de lavado normal con agua templada. El vinagre actúa de manera muy eficiente contra las zonas que amarillean en tus sábanas blancas. - Zumo de limón: los remedios naturales son especialmente útiles con las fibras naturales más delicadas.
Con el zumo de limón tienes dos opciones: o dejar las sábanas de remojo toda la noche con una taza de zumo natural y proceder al lavado automático al día siguiente, o agregar esa taza al detergente que empleas de manera habitual en tu lavadora.
Los mejores consejos para devolverle la blancura a tus sábanas
- No utilices nunca lejía. Es el error más frecuente entre quienes, de manera desesperada, quieren devolverle el blanco natural a sus sábanas.
Sin embargo, cuanta más lejía se utiliza, más amarillean.
Además, la lejía es una sustancia muy agresiva y su uso continuado puede terminar dañando la calidad de los tejidos. - Seca las sábanas blancas al sol. Lamentablemente, no siempre es una alternativa viable (sobre todo si vives en un piso en la ciudad).
Pero esa combinación entre sol y aire fresco le sienta genial a la blancura de las sábanas. - Recurre a tratamientos previos al lavado automático. Ante de meter tus sábanas en la lavadora, puedes dejarlas a remojo toda una noche en agua bien caliente con media taza de zumo de limón o vinagre y someterlas a un lavado regular al día siguiente.
¿Verdad que te encanta la blancura y el tacto que tienen las sábanas en los hoteles? Tú también puedes conseguir esos mismos resultados con la lavadora de casa y disfrutar de tus sábanas blancas con todo el lujo que se merece tu hogar.